Teatro :  ESNÓRQUEL Y PERRA DE SATÁN presentan MAL DE LA OLLA

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Idioma: castellano
Duración: 70 min
Ficha artística: Enrique Aparicio y Beatriz Cepeda
Argumento: Enrique Aparicio y Beatriz Cepeda, o también conocida como Perra de Satán, vuelven con un nuevo show tras el éxito de ¿PUEDO HABLAR! XXL
Tras superar los 120 episodios emitidos en su podcast, se proponen reivindicar que están Mal de la olla.
Durante muchos años hemos escuchado que tener problemas de salud mental era «no estar buena», por ello, Enrique y Beatriz llegan para demostrar que se puede ser una persona válida, alcanzar todos lo que te propongas y tener una vida plena aunque convivas a diario con la ansiedad, la depresión y otros traumas.
¿Es posible que sea más fácil sacarse una carrera que aprender a controlar tu ansiedad? ¿Te has planteado disfrutar algún día de comerte un buen postre sin remordimientos si has estado gorda toda tu vida? Solo lo sabrás si, como ellas, estás mal de la olla.

Beatriz Cepeda. Eterna filóloga, aunque no haya vuelto a hacer un análisis sintáctico desde hace mucho años, pero al menos es muy leída. También periodista, podcaster, escritora, cómica, presentadora, creadora de contenido, crítica de cine e incluso clarinetista.
Vamos, como Amancio Ortega pero al revés: hace muchísimas cosas pero ninguna sirve para ser rica. ¿La más importante de las que ha hecho? Crear, junto a Enrique F. Aparicio, el podcast ¿PUEDO HABLAR!, que más tarde se convirtió en un show para teatro. Así que, técnicamente es actriz.
Enrique Aparicio. Es maricón antes que persona. Periodista cultural freelance (o sea, tres veces precario) y creador de los podcasts ¿Puedo hablar! con Beatriz Cepeda, y Maricapáginas. Ha participado en las antologías Hasta aquí hemos llegado de la editorial Egales y (h)mor gordo de Continta me tienes.
Ha ganado el Premio Fungible de Relato Joven de Alcobendas en 2017 y el accésit del Premio Paco Rabal de Periodismo cinematrográfico de AISGE en 2020. Pero su mayor talento es imitar a Chiquito de la Calzada, como hizo la primera vez que se subió a un escenario con cinco años.